Os voy a contar un caso que ha llegado a mi conocimiento hará un par de días. Como no tengo pruebas más que las palabras de la persona influyente -que, aparte de ello, es de toda confianza- que me lo ha dicho, no daré nombres ni datos personales para que nadie se sienta aludido. Pero se que todos los que me leen tienen la suficiente claridad de ideas e inteligencia como para discernir más o menos de quien se trata.
Pongamos el alcalde de una popular población asturiana, que un día le viene un señor a decir que tiene el coche muy mal y que necesita uno, a lo que este alcalde responde: "no te preocupes, tú dime lo que necesitas y yo te pongo un coche 'regalado'".
¿Pagará ese señor alcalde el coche de su bolsillo, o del erario público? ¿O es que tiene poderes y puede hacer surgir un automóvil de la nada? Respondeos vosotros mismos.
Por cierto, señor alcalde, ya que va regalando coches a sus conocidos, yo, aunque soy un ciudadano anónimo, en paro, y pobre, también quiero uno. Creo que, como asturiano, tengo los mismos derechos.
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