Un pobre muerto de frío en Burgos. Por este no habrá lágrimas
Nadie (o casi nadie) lo pondrá en las redes sociales. Era pobre, no tenía valor. Tampoco abrieron ayer los periódicos sus portadas con la noticia, ni se dedicaron enormes titulares en los telediarios ni se harán documentales ni reportajes. Porque era pobre.
Así es, en pleno siglo XXI, cuando los españoles se gastan más de ocho millones de euros en alimentar a la monarquía y muchos más en su gobierno y sus cenas, la gente aún muere por la calle. De frío. De puro frío. Nadie escribirá libros sobre él, ni dedicarán sonoros epitafios como cuando murió Steve Jobs. Porque era pobre. Nadie se acordará de él.
Era un pobre que murió de frío. Nadie se preocupó qué le pasaba, ni cómo llegó a esa situación. Solo tenía 47 años. Su único error: ser pobre. Nadie derramará una lágrima por él. Así es la gente de esta sociedad. Luego se les llena la boca hablando de filosofías y truquillos de empresarios. Debería a todos caérseles la cara de vergüenza. Aunque claro, eso no pueden, porque hace mucho tiempo que la han perdido (la vergüenza).
La noticia: http://noticias.terra.es/2011/sucesos/1228/actualidad/aparece-muerto-por-frio-un-indigente-en-el-centro-de-burgos-junto-al-rio.aspx
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