
Desde hace muchos años que se conoce la habitual "estafa" hacia las compañías eléctricas de enganchar la electricidad de las casas a farolas y a los postes de baja tensión. Es algo que llevan haciendo de manera habitual los asientamientos de gitanos o los poblados que se construían en los extraradios de las ciudades, y que es también muy habitual en las viviendas ilegales de "okupas".
Unas veces era la propia Administración quien "obligaba" a disponer de electricidad por este medio (si no se tiene cédula de habitabilidad una vivienda, no se puede solicitar suministro de luz). Pero últimamente, con la subida del recibo de la luz y la crisis, cada vez son más las familias que se arriesgan con ello. El procedimiento es bastante simple: se une la corriente eléctrica de nuestra casa mediante dos cables a un poste de baja tensión, y ¡voilá!, ya tenemos luz gratis. Aunque para ello existen métodos más complejos, como ir directamente a los registros, o más "chapuceros", como el obtenerlo directamente de los cables.
Luego, unos días antes de que pasen para verificar el contador, se desengancha y se consume electricidad por la forma "legal" durante esos días, y así se paga algo irrisorio consumiendo todo lo que queramos. Son multitud las casas que en Asturias hacen esa estafa, sobre todo en pueblos. Todo el mundo lo sabe (incluso los ayuntamientos y la propia compañía eléctrica), pero nadie hace nada, a pesar de que puede suponer un riesgo para el resto de personas que son abonadas "legales" de la compañía eléctrica, puesto que pueden producir sobrecargas, bajadas de tensión y cortocircuitos.
Muchas familias incluso "revenden" esta electricidad obtenida así, obteniendo no pingües beneficios.
Por supuesto, con todo esto no me estoy refiriendo a familias que las pobres malviven en poblados y poco pueden hacer para pagar la luz, sino a familias bastante adineradas que prefieren ahorrarse por métodos así el pago de su recibo de la luz.